Exposición El Greco en Illescas. Museo del Prado.
Mientras se realizan obras de adecuamiento en el santuario de la Virgen de la Caridad en Illescas, el Museo del Prado acoge en una de sus salas y hasta el 28 de febrero de 2021 algunas de las obras del Greco que allí se exponen, cinco concretamente, las cuales son comentadas en esta grabación por Leticia Ruiz, Jefa del Dpto. de Pintura Española del Renacimiento del Museo del Prado.
Después pasa a comentar una
de las cinco obras expuestas, la de S.
Ildefonso contemplando a La Virgen de la Caridad. Vemos una figura muy
naturalista, con rasgos muy cercanos a la de cualquier persona del momento y
sin nada que sugiera que se trata de un santo. Éste contempla con mirada dulce la imagen de la Virgen
de la Caridad que, según la tradición, fue tallada en madera por S. Lucas y
luego traída a España por S. Pedro hasta que en el siglo VII fue entregada a S.
Ildefonso. Aquí lo vemos en el momento de escribir un tratado
sobre la virginidad de la Madre de Dios.
Sobre el cuadro de La Virgen de la Caridad comenta que el
Greco no la trata como una virtud teologal sino más bien como la visión
medieval que de esa virtud se tenía, la Virgen como gran protectora que cubre bajo su
manto a los que confían en ella. La
conferenciante explica que en su tiempo este cuadro fue causa de disgustos y
pleitos para el pintor a causa de la
escasa tasación que se hizo de su trabajo. Queriendo minusvalorarlo le reprocharon que había pintado en él a su hijo (cosa habitual en aquella época), en que había pintado reconocibles personas de entonces bajo el manto de la Virgen y en otros supuestos defectos. Incluso se llegó
a repintar después las figuras bajo la
capa protectora para convertirlos en tullidos, pordioseros, etc. y así
permanecieron durante tres siglos hasta que tras la Guerra Civil, una acertada restauración devolvió la pintura a su
estado original.
En La Coronación el Greco la representa junto a la Trinidad, rodeadas las figuras de “ángeles acrobáticos”, como hacía Tintoretto y otros pintores venecianos. Posiblemente esos "putti" están tomados de modelos previos en arcilla fabricados por él mismo y por eso vemos algunos repetirse en posiciones similares en otros cuadros. En esta última etapa el pintor acentúa el expresionismo de sus figuras, rasgo muy característico suyo y que no ha sido apreciado hasta hace bien poco. De hecho, comenta la narradora que el mismo José de Madrazo, en una carta a un hispanista alemán, le señalaba que si pudiera quitaría del Prado esas “mamarrachadas”, refiriéndose a las obras del Greco.
Para ver el vídeo pinchar aquí
Antonio Guerrero. Visitas a Museos