Cuando los visitantes del Museo del Prado contemplen Las Hilanderas, de Diego Velázquez,
se toparán con la creación original, sin los añadidos realizados en el
XVIII que provocaron que la escena pareciera más alejada y adoptara un
cariz más costumbrista que mitológico. Para conseguirlo se ha instalado
sobre la obra un gran panel móvil con un nuevo marco que reduce la
pintura a su versión inicial. Cuando algún experto quiera analizar el
cuadro completo, podrá acceder a él gracias a un sencillo mecanismo,
como si abriera una caja fuerte que da paso a todo el tapiz. (El País, 12.07.2021)
En el vídeo que añadimos se explican las razones que han llevado al Prado a exhibir de esta novedosa forma el famoso cuadro de Velázquez. Es también una invitación para que nos acerquemos de nuevo al museo para poder contemplar en directo la nueva enmarcación, tal como fue concebida, de tan importante obra.
El Museo del Prado acoge hasta el próximo 4 de julio la exposición Pasiones Mitológicas. Se trata de una colección de obras procedentes del National Gallery, el Isabella Stewart Gardner Museum y el propio Museo del Prado que reúne algunas de las mejores obras de pintores del Renacimiento y Barroco tan sobresalientes como Tiziano, Veronese, Velázquez, Poussin, etc.
Entre ellas están las llamadas Poesías de Tiziano, denominadas así el
conjunto de obras mitológicas que pintó para Felipe II entre 1553 y 1562,
integrado por Dánae (Londres, Apsley House), Venus y Adonis (Madrid, Museo del
Prado), Perseo y Andrómeda (Londres, Wallace Collection), Diana y Acteón y
Diana y Calisto (Edimburgo, National Gallery/Londres, National Gallery) y El rapto
de Europa (Boston, Isabella Stewart Garden Museum).
Probablemente fue el propio
Felipe II quien encargó a Tiziano en Augsburgo un conjunto de pinturas
mitológicas, dándole libertad para elegir los temas y su plasmación pictórica,
para exhibirse conjuntamente en un espacio, aún por determinar en el momento
del encargo. Las “poesías” son pinturas ajenas a las interpretaciones
simbólicas o moralizantes. Así en estas obras, Tiziano se asimilaba a los
poetas y proclamaba su libertad para interpretar los textos que visualizaba,
principalmente en las Metamorfosis de Ovidio, pero también para representarlos
con la imaginación cuando la lógica dramática lo exigía.(M. del Prado)
Las visitas a esta sobresaliente exposición, además de presenciales, pueden realizarse virtualmente -previo pago de 2,50 euros- gracias a la aportación de las últimas tecnologías de imagen.
En nuestro artículo recogemos un pequeño resumen de algunas críticas publicadas así como varias fotografías de algunas de las magníficas obras que se exponen.
Más abajo se puede a visionar el vídeo de la conferencia que el Prado utilizó para presentar la exposición a los medios.
Para acceder a la página de la exposición pinche aquí
Debajo insertamos la carátula del vídeo del recorrido de la exposición con Alejandro Vergara, jefe de conservación de Escuelas del Norte y Escuela Flamenca del propio museo (sólo en ordenador). Para verlo en youtube hay que pinchar donde indica.
Jawlensky fue un pintor expresionista ruso que nación en 1864 en la pequeña localidad de Torzhok, a medio camino entre Moscú y S. Petersburgo pero que desarrolló su carrera principalmente en Alemania, donde murió en 1941, con algunas incursiones a Suiza.
Autorretrato
Transcribimos las palabras de presentación de la exposición del comisario de la muestra Itzhak Goldberg:
"En la producción artística de Alexéi von Jawlensky late una búsqueda a la vez plástica y espiritual que se materializa en una insistencia reiterada, casi ritual, en unos pocos motivos pictóricos. En sus memorias, el artista evoca dos hechos que se revelarían clave en esta evolución posterior: el primero, la impresión que le provocó, siendo niño, el momento en que un icono con el rostro de la Virgen era desvelado ante los feligreses en la iglesia ortodoxa a la que acudía con su familia; el segundo, su primera visita a una exposición de pintura en Moscú en 1880: "Era la primera vez en mi vida que veía cuadros y fui tocado por la gracia, como el apóstol Pablo en el momento de su conversión. Mi vida se vio por ello enteramente transformada. Desde ese día, el arte ha sido mi única pasión, mi sanctasanctórum, y me he dedicado a él en cuerpo y alma". (...)
Su llegada a Múnich en 1896 le permitió establecer un contacto más estrecho con los avances de la vanguardia; su talento excepcional para el uso liberado del color le llevó a alcanzar en poco tiempo una personal sínteis entre el fovismo y el expresionismo. En 1909, fundó, junto a su amigo Kandinski, entre otros, un grupo artístico determinante para la historia de la modernidad, la Nueva Asociación de Artistas de Múnich, y participó asimismo en las actividades de Der Blaue Reiter (El Jinete Azul), uno de los colectivos determinantes en la forja del lenguaje expresionista y de la abstracción.
Tras unos inicios centrado en la naturaleza muerta y el paisaje, pronto comenzó a dar protagonismo a un tema que resultaría obsesivo a lo largo de toda su obra: el rostro. A él se dedicó durante casi tres décadas de manera obstinada, con la salvedad de las Variaciones, paisajes de colores arbitrarios en los que inauguraba otro elemento central en su trabajo y de gran influencia posterior: la serialidad. En su estudio de la faz humana, ese lugar donde depositamos la identidad, Jawlensky desdibuja paulatinamente la individualidad hasta llegar a una forma próxima al icono, a un arquetipo. Este tema omnipresente, familiar y enigmático a la vez, lleva al artista a un proceso de destilación que desemboca en un signo tan reconocible y connotado como el de la cruz."
Para acceder a la página de la exposición pinche aquí. En ella encontrará dos archivos en pdf, para descargar, uno con un folleto sobre la misma y otro con los textos de sala y cartelas.
Antonio Guerrero. Visitas a museos
lunes, 15 de marzo de 2021
Exposición en el Museo del Prado: Marinus. Pintor de Reymerswale
Hasta el próximo 13 de junio se encuentra
abierta la exposición que sobre este pintor flamenco poco conocido está
celebrando el Museo del Prado. Marinus vivió entre 1533 y 1545
y se formó y trabajó en el gran centro comercial y artístico que entonces era
Amberes. Su obra está muy influida por dos grandes maestros de la
época, Albert Durero y Quentin Massys, destacando
por su interés por los temas de género y religiosos así como por su detallismo
y gusto por la representación de elementos de la vida cotidiana como libros,
pergaminos, telas, etc.
Su obra conocida es escasa, sólo hay 26 pinturas catalogadas
suyas con seguridad -gran parte de ellas en Madrid- aunque hay muchas más
que se le atribuyen.
En estos enlaces se puede acceder a:
- Un vídeo explicativo de la exposición, de
unos 15 minutos de duración.
- A la página de la exposición, en donde se encuentran dos
contenidos multimedia, un vídeo explicativo sobre la
restauración por parte del Museo de algunas de sus obras, un interactivo con
descripciones detalladas de dos de las obras expuestas y más abajo varios
comentarios sobre la exposición, catálogo, actividades alrededor de la misma,
etc.
Mientras se realizan obras de adecuamiento en el santuario de la Virgen de la Caridad en Illescas, el Museo del Prado acoge en una de sus salas y hasta el 28 de febrero de 2021 algunas de las obras del Greco que allí se exponen, cinco concretamente, las cuales son comentadas en esta grabación por Leticia Ruiz, Jefa del Dpto. de Pintura Española del Renacimiento del Museo del Prado.
Ella comienza la explicación
destacando el gran escenógrafo que fue ese pintor y que con su estilo fuertemente influido
por el arte italiano, cambió la forma de concebir y realizar los retablos
centrándolos sobre todo en el punto de vista del espectador.
Después pasa a comentar una
de las cinco obras expuestas, la de S.
Ildefonso contemplando a La Virgen de la Caridad. Vemos una figura muy
naturalista, con rasgos muy cercanos a la de cualquier persona del momento y
sin nada que sugiera que se trata de un santo. Éste contempla con mirada dulce la imagen de la Virgen
de la Caridad que, según la tradición, fue tallada en madera por S. Lucas y
luego traída a España por S. Pedro hasta que en el siglo VII fue entregada a S.
Ildefonso. Aquí lovemos en el momento de escribir un tratado
sobre la virginidad de la Madre de Dios.
Sobre el cuadro de La Virgen de la Caridad comenta que el
Greco no la trata como una virtud teologal sino más bien como la visión
medieval que de esa virtud se tenía, la Virgen como gran protectora que cubre bajo su
manto a los que confían en ella.La
conferenciante explica que en su tiempo este cuadro fue causa de disgustos y
pleitospara el pintor a causa de la
escasa tasación que se hizo de su trabajo. Queriendo minusvalorarlo le reprocharon que había pintado en él a su hijo (cosa habitual en aquella época), en que había pintado reconocibles personas de entonces bajo el manto de la Virgen yen otros supuestos defectos. Incluso se llegó
a repintar después las figuras bajo la
capa protectora para convertirlos en tullidos, pordioseros, etc. y así
permanecieron durante tres siglos hasta que tras la Guerra Civil, una acertada restauración devolvió la pintura a su
estado original.
En La
Coronación el Greco la representa junto a la Trinidad, rodeadas las figuras de “ángeles
acrobáticos”, como hacía Tintoretto y otros pintores venecianos. Posiblemente esos "putti" están tomados de modelos previos en arcilla fabricados por él mismo y por eso
vemos algunos repetirse en posiciones similares en otros cuadros. En esta
última etapa el pintor acentúa el expresionismo
de sus figuras, rasgo muy característico suyo y que no ha sido apreciado hasta
hace bien poco. De hecho, comenta la narradora que el mismo José de Madrazo, en una carta a un hispanista alemán, le señalaba que si pudiera quitaría del Prado esas “mamarrachadas”, refiriéndose a las
obras del Greco.
Gracias a la Fundación Barrié recientemente se ha concluido la restauración del famoso Pórtico de la Gloria de la catedral compostelana. El Pórtico, cuya construcción data del siglo XII, fue obra del Maestro Mateo, personaje de origen incierto (quizás francés, gallego o del resto de España) que al parecer ya antes había construido otras obras. Se sabe que poseía una solidísima preparación y era conocedor de todo lo que entonces se estaba realizando en otras partes de Europa.
En esta portada Mateo -y su equipo de colaboradores, entre los cuales probablemente se encontraban clérigos-, se propone representar a la Ciudad Celeste basándose en el Libro del Apocalipsis de S. Juan y el Evangelio de S. Mateo (Juicio Final). El Pórtico servía como nártex o entrada a la iglesia "fin de ruta" que era la catedral de Santiago. Por él accedían al interior los peregrinos que culminaban la ruta del Camino, acogiéndolos como puerta de entrada a un nuevo mundo, a la Jerusalén Celeste. En su planteamiento recogió diversas tradiciones que provenían de sitios como Borgoña (entre torres), S.Denis (temas y composición), el arte italiano (los monstruos) etc., trabajando con materiales propios de la región -el mármol y el granito gallego-. También recogió añadidos de tradición hispano-árabe como las redomas (vasija de vidrio o cerámica de cuello estrecho) que sostienen algunos ancianos y que aparecen en algunos cristales o marfiles árabes.
Anciano sosteniendo una redoma
Como bien podemos apreciar ahora, el Pórtico estaba pintado (en realidad ha sido repintado varias veces), utilizándose el color para acentuar determinadas características de los vestidos, el horror de los monstruos, etc.
S. Juan, con el color de sus carnaciones restaurado.
Mediante el enlace que indicamos más abajo se puede acceder a la página que recoge esta obra monumental así como las explicaciones sobre el desarrollo de los trabajos de restauración. Las fotografías están realizadas en muy alta resolución lo que permite apreciar hasta el último detalle. Una peculiaridad muy interesante de esa página es que se han añadido pequeños fragmentos musicales basados en la reconstrucción de los instrumentos representados así como fotografías de modelos hechos a escala, junto a la descripción detallada de cada uno de ellos.
Durante este nuevo curso 2020-2021, tan influido por la pandemia, son pocas las exposiciones que se inauguran y menos las que se pueden visitar de forma virtual. En Madrid tenemos la suerte de poder asistir a la que hasta el próximo 24 de enero se exhibe en el Palacio Real, pudiendo realizar la visita virtual o presencialmente.
La otra corte. Mujeres de la Casa
de Austria en los Monasterios Reales de las Descalzas y la Encarnación.
La muestra es un resumen de
la vida artística, religiosa y política de los Austrias españoles y se compone de once salas donde se pueden
contemplar obras que se encuentran en dos importantes monasterios muy cercanos
a la realeza, el de las Descalzas Reales,
fundado en el siglo XVI por Juana de
Portugal y el Real Monasterio de la Encarnación
fundado por su nieto Felipe III y su mujer Margarita de Austria en el
XVII. Tiene especial interés porque a algunas de estas obras normalmente no se
puede acceder por estar en espacios de clausura.
En ella hay magníficos
retratos renacentistas como el de la
reina Juana de Alonso Sánchez Coello, el majestuoso de su hija Isabel de
Austria, reina de Francia, pintado por Jooris van Straeten (Jorge de la Rúa) y el
de la emperatriz María de Austria por Pantoja de la Cruz. Son obras que indican
que además de su carácter religioso, ambos cenobios eran también espacios
cortesanos en donde se forjaban políticas de alto nivel.
Juana de Austria
Isabel de Austria
María de Austria
El Barroco de los siglos
XVII y XVIII se puede apreciar en algunos retratos y especialmente en el espectacular túmulo de Juana de
Portugal, que se expone por primera vez.
Otros objetos presentes y de
gran valor artístico son los relicarios, especialmente el de S.Víctor,y la importantísima colección de tapices
salidos del taller de RubensdenominadaEl Triunfo de la Eucaristía, exponentede la gran protección que la Casa de Austria otorgó a la Iglesia de la
Contrarreforma.
Relicario de S. Víctor
Triunfo de la Eucaristía, Rubens
También hay una excelente
colección de escultura española del XVII
con algunas obras de dos de sus mejores representantes, Pedro de Mena y
Gregorio Fernández.
Dolorosa, Pedro de Mena
Aunque el recorrido es
cronológico son los retratos de los personajes femeninos quienes estructuran la
muestra: Juana de Portugal, su hermana la emperatriz María de Austria, la hija
de ésta sor Margarita de la Cruz, la infanta Isabel Clara Eugenia, etc.Estas prominentes mujeres fueron quienes en
las Descalzas y en la Encarnaciónsituaron una segunda corte femeninacercana al Real Alcázar desde donde se gobernaba el imperio.
El acceso virtual se puede
realizar pinchando aquí